La administración de medicamentos en un entorno hospitalario es una tarea crítica que requiere la máxima precisión y seguridad para garantizar la salud y bienestar de los pacientes. Los errores de medicación pueden tener consecuencias graves, y es por ello que se buscan constantemente estrategias para mejorar la seguridad y la precisión en el proceso. Una de las estrategias que se sigue es el uso de dosis unitarias o monodosis en la farmacia hospitalaria, una forma de dispensación que ofrece beneficios significativos en términos de seguridad del paciente, precisión en la administración y eficiencia en la dispensación.
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